Page 22 - Alimentaria Integral Febrero 2024
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Tecnología Alimentaria



       verduras.  El  rango  de  niveles  de  pH  en  las  matrices

       alimentarias  puede  desafiar  la  supervivencia  de  los

       microorganismos  probióticos  debido  a  los  altos  niveles  de

       ácidos orgánicos [1,2]. La caracterización del crecimiento de

       las  cepas  probióticas  debe  llevarse  a  cabo  bajo  estas

       condiciones para seleccionar aquella que permanezca viable

       durante toda la vida útil del producto para brindar beneficios

       al consumidor [3]. En general, se considera que las especies de

       Lactobacillus  son  resistentes  a  los  ácidos,  especialmente  L.

       casei y L. acidophilus, que se ha observado que sobreviven en

       jugos de frutas con niveles de pH entre 3.7 y 4.3 [4,5].




       Diversos  estudios  han  demostrado  que  el  contenido  de

       nutrientes  (carbohidratos,  fibra  y  proteínas),  compuestos

       antimicrobianos,  oxigenación  y  actividad  del  agua  tienen

       efectos importantes sobre la viabilidad de los probióticos [6].

       Estudios relacionados con la viabilidad de L. plantarum (NCIMB

       88266)  en  jugos  de  piña,  limón,  naranja  y  arándano

       encontraron  que  los  altos  contenidos  de  fibra  y  proteínas

       tenían  efectos  protectores  sobre  las  células  bacterianas

       durante  el  almacenamiento  a  4  °C  [7].  La  manzana  y  la

       zanahoria son los jugos más comúnmente utilizados debido a

       su efecto positivo en la estabilidad de los probióticos [8]. Sin

       embargo, hay otras frutas, como el mango (Mangifera Indica),

       cuya  composición  sería  óptima  para  la  supervivencia  de

       probióticos. Tiene altos niveles de azúcar (8-12 g/100 g) y es

       rico en minerales; carotenoides; fibra dietética e insoluble (4.2-

       4.6 g/100 g y 5.2-15.0 g/100 g respectivamente); vitaminas A

       (1400-2500  µg/100  g),  B  y  C  (10  µg/100  g,  y  10  µg/100  g

       respectivamente) [9,10].




       Además  de  la  formulación  de  la  matriz,  la  inclusión  de

       prebióticos  es  otra  estrategia  utilizada  para  mejorar  la

       supervivencia de los probióticos en alimentos funcionales. Los

       oligosacáridos  no  digeribles  (OND)  tienen  efectos

       beneficiosos para la salud del huésped y se han utilizado en



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